5 Herramientas para una Relación Cordial

En este artículo os vamos a facilitar cinco posibles herramientas que favorezcan una relación más cordial con nuestros adolescentes y que así la conexión no se vea afectada ni rota.

1. Dar seguimiento

Dar seguimiento es quizá el único método que realmente funciona para ayudar a nuestros adolescentes a cumplir con sus acuerdos, una forma de ayudarles a aprender las habilidades de vida que necesitan para sentirse satisfechos de sí mismos mientras aprenden a ser miembros colaboradores de la sociedad.

El uso de las consecuencias lógicas es ineficiente con los adolescentes debido a que es muy fácil cruzar la línea entre las consecuencias y el castigo. De hecho, los adolescentes contemplan las consecuencias lógicas como un método para controlarles.

¿Cuáles son los 4 pasos principales? (pincha en «Leer más»)

Dar seguimiento es un método de cuatro pasos para educar a los adolescentes y enseñarles cooperación, habilidades de vida y responsabilidad:

  • Escucha y discute amistosamente para recopilar información sobre lo que está ocurriendo.
  • Idea soluciones con tu hijo y elegir una en la que ambos estén de acuerdo.
  • Acordar una fecha y límite de tiempo
  • En la fecha límite llevas a cabo el acuerdo haciendo responsable a tu hijo con dignidad y respeto.

Evita caer en las siguientes trampas:

Dar seguimiento es sencillo, aunque es fácil caer en alguna de las trampas que lo arruinan:

  • Creer que piensan de la misma manera que tú. Pensar que tu forma es la única manera correcta de pensar, que tus hijos tengan las mismas prioridades que tú, que les entusiasme cumplir con sus acuerdos y que hagan las cosas que son importantes para ti.
  • Querer que cambien su personalidad en lugar de su conducta. Criticas, juzgas y usas insultos en lugar de enfocarte en el momento.
  • No llegar a acuerdos antes. Tratar de controlar las cosas que no puedes controlar o cosas que son imposibles de darle seguimiento. Cuando te desvías del tema con advertencias y críticas o cuando permites que tu hijo adolescente te distraiga con excusas, discusiones, manipulación y te acabas enfadando.
  • No mantener la dignidad y el respeto para ambas partes.

Sigue estos consejos para que sea eficiente:

El seguimiento, si se es constante, funciona. Por ello te damos cuatro consejos para que sea eficiente:

  • Que tus comentarios sean sencillos, concisos y amistosos.
  • Como respuesta a las objeciones de tu hijo: ‘¿Cuál era nuestro acuerdo?’
  • Para más objeciones, calla y emplea la comunicación no verbal (como señalar el reloj, o la tarea). Entre menos digas más eficiente será
  • Cuando tu hijo cumpla, dile: ‘ Gracias por cumplir con nuestro acuerdo’

Aunque dar seguimiento requiere de energía y tiempo, es mucho más productivo y gratificante que las peleas, sermones y castigos.

Cuando tu comportamiento cambie, también cambiará el de tus adolescentes. Te sorprenderás de los resultados cuando sigas los cuatro pasos y evites las cuatro trampas.

Dar seguimiento no funciona si no estás presente para hacer responsables a tus hijos esperando que cumplan con los acuerdos y respeten las fechas fijadas. Cuando das seguimiento estando presente en el momento acordado, buscando a tus hijos e insistiendo de una forma tranquila que el acuerdo debe ser cumplido, el resultado final es que el adolescente también dará seguimiento.

Para aprender a dar seguimiento el ingrediente principal es una actitud de respeto y emplear la menor cantidad de palabras posible; lo cual aporta resultados siempre y cuando permanezca la dignidad y el respeto para que tus hijos sigan cuando llegue el proceso de individualización.

Otra forma de dar seguimiento es utilizar una mirada, una sonrisa, una ceja levantada, señalar con un dedo o poner las manos en la cadera. Esta comunicación es efectiva cuando se hace con una actitud cordial.

Dar seguimiento será completamente efectivo si continúas hasta el final, enfocándote y reforzando únicamente los aspectos positivos.

Para dar seguimiento, es necesario que estés en el lugar, el día y la hora pactados aunque tu hijo no aparezca. Y da seguimiento a la decisión de no cambiarlo a otro día. No significa que no puedas ser flexible, sino que solo con un aviso previo respetuoso.

Mantener la dignidad y el respeto significa comprender que los adolescentes se resistirán a tus prioridades; pero también que no habrá manipulación. Una vez que se haya acordado algo de mutuo acuerdo, les perjudicarás si no das seguimiento con dignidad y respeto. Mantén también la dignidad y el respeto para ti, lo que significa realizar tu responsabilidad para enseñarles determinadas habilidades de vida, aunque ellos no las quieran aprender; respetar el derecho de no sentirse entusiasmados y comprender que es adecuado que se resistan debido al proceso de individualización.

Mandar un mensaje equivocado es una falta de respeto:

Es una falta de respeto no dar seguimiento porque les estás mandando un mensaje equivocado:

  • No tienen que cumplir con los acuerdos
  • Tu palabra no tiene valor y pueden seguir tu ejemplo
  • Manipulación como forma de evadir la responsabilidad
  • Pueden salirse con la suya porque no das seguimiento
  • Amar significa que la gente ‘se rinda
  • Cuando no se está acostumbrado a dar seguimiento, puede ser algo doloroso; un signo de ello es que te sientes tan mal o más que tus hijos

Herramientas como los discursos, enfados, rescates, culpabilizar, avergonzar, controlar… son inútiles. Mientras que el seguimiento se mueve en dirección positiva y productiva, comunicando sentimientos, compartiendo valores, escuchando, averiguando lo importante para ellos y respetando sus puntos de vista.

Dar seguimiento te alienta para tener confianza en tus hijos, dándoles espacio para que decidan lo que harán por sí mismos; enseña las habilidades, a hacer las cosas con los hijos; a enfocarse en soluciones y ser curioso y escuchar.

Es más fácil dar seguimiento si te entrenas y entrenas a tus hijos; que les preguntes si ya hicieron lo acordado en vez de dar por hecho que se les ha olvidado y ayudarles a vivir de acuerdo con las expectativas y prioridades del adulto.

2. Comunicación efectiva

Aunque escuchar es el principal ingrediente de la comunicación, es la habilidad menos desarrollada. Escuchar es difícil porque los asuntos siguen interponiéndose y la gente se toma todo lo que oye de forma personal porque sienten que no pueden ser lo suficientemente buenos

Barreras para escuchar:

  • Intervenir para rescatar en lugar de escuchar para entender
  • Tratar de disuadir los sentimientos o percepciones de tus hijos
  • Dar explicaciones defensivas
  • Interrumpir para dar una lección sobre moralidad o valores
  • Tomar lo que dicen tus hijos como algo personal
  • Utilizar lo que dicen en su contra para castigarles, criticarles, ofenderles y sermonearles.

Una de las principales claves para escuchar, es estar en silencio; porque no se puede hablar y escuchar al mismo tiempo. A menudo, los hijos no necesitan soluciones, simplemente necesitan ser escuchados, comprendidos y tomados en serio.

Cómo guardar silencio y escuchar:

  • Escuchar eficientemente requiere un lenguaje corporal totalmente abierto para indicar tu interés
  • Respeta las realidades separadas, existen más puntos de vista que el tuyo
  • Muestra empatía
  • curioso para comprender el punto de vista de tu hijo

Si abres la boca, que sea para hacer una pregunta que genere más información por parte de tu hijo; como por ejemplo: ‘¿Cómo te sentiste?’, ‘¿Qué era importante para ti?’, ‘¿Puedes darme un ejemplo de algo que te haga enfadar?’, o ‘¿Hay algo más que te esté molestando?’

Cosas que puedes hacer para demostrar interés (pincha en «Leer más»)

Para demostrar interés pregunta constantemente: ‘¿Hay alguna otra cosa?’ Podrás descubrir el fondo de las cosas y los sentimientos cuando evites la tentación de responder a la información superficial y hacer esa pregunta clave. Mantente lo suficientemente interesado para evocar más y más información.

Para ser un buen comunicador verbal, debes recurrir a diferentes recursos:

  • Comunícate desde el corazón
  • Resolver los problemas de forma conjunta
  • Aprende el lenguaje de la comunicación
  • Practica

Expresar sentimientos:

Desarrolla vocabulario para expresar los sentimientos y en vez de esconderlos ayuda a tus hijos a identificarlos y compartirlos.

Es necesario que aprendas a comunicarte desde el corazón usando un vocabulario adecuado para expresar los sentimientos. Los discursos, discusiones, racionalizaciones, distracciones, exageraciones y predicciones vienen de tu cabeza. La tristeza, la desolación, el amor, la compasión, empatía y comprensión son sentimientos que vienen del corazón. La honestidad, el miedo, la ira, el valor vienen de las entrañas. La solución a muchos problemas de comunicación es encontrar el balance apropiado.

Si no aprendes a admitir tus sentimientos, a escuchar lo que tienen que enseñarte y a expresarlos de forma respetuosa para ti mism@ y los demás, tu vida será superficial. Si eres capaz de hacer estas cosas por ti mismo, entonces serás capaz de enseñárselas a tus hijos.

Parte de tu trabajo es ayudar a tus hijos a reconocer y comprender sus sentimientos, sentirse cómodos al expresarlos de forma respetuosa y a modo de información, y ayudarles a levantarse por sí solos. Necesitan comprender las realidades separadas, darse cuenta de que la gente siente y piensa de diferente manera; que está bien tener sentimientos, no importa cuáles sean y que no hay sentimientos buenos y malos, simplemente hay sentimientos y emociones. Una de las  mejores formas de alentarles a expresar sus sentimientos es dando ejemplo expresando los tuyos con toda honestidad.

Ser honesto sobre lo que sientes ahora y lo que sentiste e hiciste cuando eras adolescente, es muy importante. Por lo general se tiene miedo de hablar sobre lo que se hizo en la adolescencia porque se cree que los hijos lo tomarán como ejemplo y harán lo mismo; pero en realidad es lo contrario.

Se requiere de honestidad y valor para ponerse en contacto con tus propios sentimientos, con la fuente de esos sentimientos y con lo que quieras hacer con ellos. La fórmula de ‘Yo siento’ te ayudará a centrarte en tus sentimientos y posibles soluciones: ‘Yo siento ___ porque ___ y quiero ___’. Esta fórmula es un procedimiento efectivo de aceptarse, respetarse y expresarse de una manera respetuosa con los demás.

Cuando tus hijos se abren y expresan sus sentimientos, si le dices que no debe sentirse así o que debe ser más respetuoso o le atacas de alguna forma, crece con la idea de que tener sentimientos es inadecuado o que debe suprimirlos. Pero con la fórmula de ‘Yo siento’ le estás dando el ejemplo para aprender cómo aceptar y expresar sus sentimientos de una forma respetuosa; y es útil valorar sus sentimientos con la fórmula ‘Tú sientes’.

La culpa:

Otra de las barreras más grandes para la comunicación efectiva es emplear el juego de la culpa. Si estás buscando culpas, las encontrarás. Y si estás buscando soluciones, también las encontrarás. Un buen lema sería: ‘Estamos interesados en las soluciones no en las culpas’.

Hay que hacer lo adecuado para resolver el problema en lugar de predecir el futuro y hacer las cosas más grandes de lo que son, lo que significa encontrar una forma de que la tarea se realice y enfocarse en lo que se necesita hacer y no en los ataques personales.

En resumidas, es importante que estés presente y disponible para cuando quieran hablar, escuchar enfocándose en la persona y no en las palabras, preguntarles si quieren un consejo en vez de dárselo directamente, solucionar los problemas juntos, comprender el punto de vista de tu hijo, valorarles y practicar la honestidad emocional.

3. Juntas Familiares

Las Juntas Familiares proporcionan sentimiento de pertenencia, exploran los sentimientos, descubren las realidades separadas y trabajan juntos para encontrar soluciones, mejorarán la comunicación y las habilidades para resolver problemas.

Programa regularmente las juntas, alterna el trabajo de quien la dirige y quien lleva los registros, utiliza una agenda en la que cada miembro pueda añadir temas durante la semana y busca acuerdos o decisiones provisionales temporales. Incluye cumplidos y agradecimientos al inicio de cada junta para enfatizar la idea de que el trabajo en equipo significa identificar los aspectos de la vida familiar y no enfocarse solo en los problemas.

Es importante hablar y ser escuchados con respeto. Escuchar no significa estar de acuerdo, sino aprender más sobre los pensamientos de cada miembro de la familia.

  • Comenzar con cumplidos y/o agradecimientos
  • Dad prioridad a los asuntos de la agenda
  • Estableced un horario
  • Discutid cada asunto y que todos den su opinión
  • Pensad y proponed soluciones
  • Elegid una solución en la que todos estéis de acuerdo y ponerla a prueba durante una semana
  • Posponed los asuntos difíciles para la siguiente junta

Se requiere de tiempo y paciencia para ser eficiente y efectivo pero vale la pena el esfuerzo. Puedes ver aquí un ejemplo de Junta Familiar.

No esperes perfección, ya que lleva su tiempo aprender las habilidades para que sean exitosas.

4. Tiempo de calidad

Durante los años de adolescencia es más importante que nunca relacionarse de una forma realmente significativa. Te sorprendería la cantidad de conflictos que se resuelven cuando se hace el esfuerzo de pasar tiempo de calidad con los hijos en vez de perderlo en los problemas.

Consejos:

  • Escucha manteniéndose en silencio: imagínate el efecto en tu adolescente de tener 5 minutos al día sin tener que escuchar discursos, sermones, juicio o desilusiones. Cuando no escuchas, no sabes quiénes son en realidad tus hijos; pero cuando escuchas de verdad, escuchas lo que hay detrás de las palabras
  • Mantén el sentido del humor y perspectiva intactos: puede ayudarte a darte cuenta de que todos tus temores e inseguridades son solo tuyos. Si eres más alegre e incluso contáis entre amigos vuestras anécdotas de cuando erais adolescentes, tus hijos estarán más dispuestos a estar contigo más a menudo.
  • Muestra amor, gratitud y calidez: teniendo la boca cerrada, el sentido del humor intacto y los oídos abiertos, tu corazón emanará calidez y gratitud. Este estado mental crea energía y verás oportunidades y soluciones, verás todo mientras no lo esperes. Los abrazos son otra forma de dar tiempo de calidad y solo lleva unos segundos; asegúrate de no abrazarles enfrente de alguien si les da vergüenza, o si lo haces puedes hacerlo con humor.
  • Enfoca y comprende su mundo: el deseo de comprender viene de un estado amoroso; comprender y respetar las realidades separadas y no tratar de moldearles para que vivan a la altura de tus expectativas.

La mayoría de los adolescentes prefieren estar con los amigos, pero puedes encontrar la forma de favorecer oportunidades o momentos para disfrutar el tiempo que estáis juntos. Cortos períodos de tiempo de calidad al día, la semana o al mes, es algo que puede mejorar las relaciones con tus hijos, te ayudará a recordar entrar en su mundo viéndolo en perspectiva y regresar la alegría de ser padres.

Los chicos se sienten especiales cuando muestras el suficiente interés como para pasar un tiempo especial juntos; ya que siempre toman decisiones basándose en su percepción de las experiencias y pueden creer que no son queridos si no son parte de un todo. Pueden sentirse amenazados por alguno de sus hermanos y hacer alguna ‘escena’ para que le incluyas o pases tiempo con él/ella en vez de con su herman@.

A través de la ayuda y comprensión, puedes ofrecer la motivación que evite que se desarrollen patrones enfermizos desde el principio.

Recuerda: la presencia estable de un adulto cariñoso puede influir positivamente en la vida de un adolescente.

5. Dar poder vs Facilitar

Facilitar se refiere al comportamiento que pone a los padres entre sus hijos y las experiencias de vida y que minimiza las consecuencias de las elecciones del niño al rescatar al adolescente creando una dependencia enfermiza, la cual impide que aprendan a hacer las cosas por sí mismos.

Dar poder ayuda a los niños a crecer siendo adultos responsables en vez de gente dependiente o rebelde, entregando el control a los jóvenes tan pronto como sea posible de forma que tengan poder sobre sus vidas, teniendo confianza en que aprenderán y se recuperarán de sus errores.

Es un proceso para desarrollar valor, responsabilidad, cooperación, amor propio y conciencia social; invitando al adolescente a pensar por sí mismo, sobre su comportamiento, tomar sus propias decisiones, vivir con sus errores y tener buenos recuerdos del amor incondicional.

La responsabilidad es la capacidad para enfrentar los errores y usarlos como oportunidades para superarse. Es el conocimiento de que eres responsable de tu comportamiento y que las acciones y elecciones afectan tu vida.

La cooperación es la capacidad de estar bien con otras personas, hacer contribuciones, ser parte del escenario en vez de enfocarte en él, y practicar la habilidad de dar y recibir. Cuando a los jóvenes se les involucra respetuosamente en el proceso de resolver problemas y en la decisión de la solución, es más probable que cooperen.

El amor propio es la capacidad de conocer tus pensamientos y sentimientos y aceptarlos sin juzgarlos. Respetar y valorar las diferencias que existen entre tú y los demás, en vez de verlas como competencia o prejuicio.

La conciencia social requiere de un profundo respeto por sí mismo y por los demás. Es el deseo de contribuir con el mundo porque sabe que pertenece a él y que puede ser importante de una manera positiva. Puedes ayudarle a construir su carácter desarrollando cualidades y características de forma constructiva y respetuosa que agreguen algo positivo al mundo.

  • Ahorra los ‘no’ para las cosas realmente importantes, en contadas
  • Permíteles experimentar sin herir a nadie: música, peinado, moda, decoración… no bloquees la rebeldía
  • Dales espacio para cumplir su necesidad de privacidad
  • Apoya los papeles, fantasías, ideas e intereses de tus hijos aunque creas que no merecen la pena. Si lo intentan y fracasan, aprenderán más de ello que si tú les disuades de hacerlo.
  • Dile las cosas con una sonrisa y así te escucharán mejor. Sustituye el ‘Tú nunca’ por el ‘He notado’.
  • Hazles saber que les quieres con palabras, gestos, detalles…
  • Evita dar sermones y pide permiso para dar información, pregúntales si quieren escuchar lo que piensas o si quieren tu ayuda; y si dice que no, mantente al margen. Y si das información, que sea sin restricciones y sin exigir que la cumplan al pie de la letra.
  • Establece tus propios límites y dales seguimiento o alternativas con las que te sientas cómodo.
  • Aprende a escuchar sin dar consejos o tratar de arreglar las cosas. Solo escucha. Y si tienes algo que decir, hazlo desde tus sentimientos e ideas, sin discursos o diciéndoles qué deben pensar.
  • Valora el reloj biológico de tus hijos y hazles saber que está bien sentir y pensar como lo hacen.

Esperamos que esta información te sirva. Y ya sabes, si tienes alguna o duda o algo que te gustaría compartir con nosotras, no dudes en dejarnos tu comentario, nos encantará leerte 🙂

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